Recientemente, el Banco de la Reserva Federal de Nueva York emitió un análisis que aborda las diversas perspectivas en torno a la reducción de las reservas de dólares en posesión oficial y el incremento en la acumulación de oro por los bancos centrales.
Este informe desafía las narrativas comunes, sugiriendo que la disminución en la proporción de dólares no refleja un rechazo global a esta divisa, sino que está influenciada principalmente por las decisiones de un número limitado de países, específicamente los del grupo BRICS
El mundo se encuentra en un punto de inflexión financiero. El dominio del dólar estadounidense como moneda de reserva global se está erosionando silenciosamente, dando paso a un panorama más diverso de activos de reserva, incluyendo Bitcoin y el oro.
Un activo en ascenso: Bitcoin, la criptomoneda pionera, está siendo cada vez más vista como una reserva de valor por instituciones de todo el mundo. Su apreciación de más del 160% en el último año la convierte en una opción atractiva para aquellos que buscan proteger su riqueza de la inflación y la volatilidad del mercado.
El oro resurge: El oro, un activo tradicional de refugio seguro, también está ganando terreno. El Banco Central de Estados Unidos (Fed) ha reconocido discretamente que el oro está empezando a sustituir al dólar estadounidense como principal activo de reserva.
El FMI advierte sobre la disminución del dólar:
Diversificación hacia activos no tradicionales: La caída del dólar no está siendo compensada por el aumento de otras monedas principales como el euro, el yen o la libra esterlina. En cambio, se observa un crecimiento en las tenencias de monedas de reserva no tradicionales, como el dólar australiano, el canadiense, el renminbi chino, el won surcoreano, el dólar de Singapur y varias monedas nórdicas.
Nuevos actores en juego: El FMI, sin mencionar directamente a Bitcoin ni a las criptomonedas, señala que las “nuevas tecnologías financieras digitales” son una de las principales causas del cambio en las reservas de divisas.
Implicaciones:
- Erosión del dominio del dólar: La participación del dólar en las reservas mundiales de divisas está disminuyendo gradualmente, lo que indica una pérdida de confianza en su papel como moneda de reserva global.
- Ascenso de activos alternativos: Bitcoin y el oro están emergiendo como alternativas atractivas para las reservas de valor, impulsados por su escasez, seguridad y potencial de crecimiento.
- Diversificación global: La tendencia hacia la diversificación de las reservas de divisas no se limita a unos pocos países, sino que es un movimiento amplio que abarca a varios actores globales.
- Impacto geopolítico: Las sanciones financieras y las fluctuaciones del tipo de cambio están influyendo en las decisiones de las reservas, lo que podría tener repercusiones en el panorama geopolítico.
¿Será Bitcoin la nueva reserva global de los bancos centrales?
Chamath Palihapitiya, ex multimillonario y copresentador del podcast All In, cree que el bitcoin podría “reemplazar completamente al oro” a medida que más países adopten la criptomoneda, lo que podría impulsar su capitalización de mercado a 15,7 billones de dólares, equivalente a la del oro.
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La posibilidad de que Bitcoin se convierta en una moneda central de reserva es un tema que despierta diversas opiniones entre políticos y expertos influyentes.
Figuras como Ruchir Sharma, estratega global jefe de Morgan Stanley, creen que Bitcoin podría eventualmente reemplazar al dólar como moneda de reserva global.
Sharma señala los temores de devaluación de la moneda, liderados por la Reserva Federal de Estados Unidos, como catalizador de este cambio.
El senador Rand Paul también sugirió que Bitcoin podría convertirse en la moneda de reserva mundial en caso de que la confianza en los gobiernos continúe disminuyendo, destacando la independencia y la descentralización de Bitcoin como factores que facilitan esta transición.
Los bancos centrales han estado acaparando oro masivamente desde 2022 después de que Estados Unidos impusiera sanciones a Rusia, miembro del BRICS, por invadir Ucrania.
Según un reciente informe de HSBC, la acumulación de oro por parte de los BRICS no tendrá ningún impacto en las perspectivas del dólar estadounidense. El documento establece que el dólar estadounidense seguirá siendo una moneda dominante durante al menos otros 20 años.
Conclusión:
El mundo financiero se encuentra en un período de transformación. El dólar estadounidense está perdiendo su posición dominante, mientras que Bitcoin y el oro se posicionan como alternativas viables para las reservas de valor. La adopción de nuevas tecnologías financieras digitales y la diversificación global de las reservas son factores que impulsan este cambio. Es probable que este nuevo panorama financiero tenga un impacto significativo en la economía global en los próximos años.